El ictus destroza vidas, pero reconocer los signos y recibir la atención adecuada puede marcar la diferencia. Casi 14 millones de personas sufren un ictus cada año y más de 6 millones mueren a consecuencia de él.
Un ictus se produce cuando se interrumpe el suministro de sangre a una parte del cerebro. Sin sangre, las células cerebrales pueden dañarse o morir. Los efectos a corto y largo plazo dependen de la región del cerebro afectada y de la rapidez con que se trate.
Los supervivientes pueden sufrir discapacidades muy diversas, como dificultades de movilidad y habla, así como de pensamiento y sentimientos. El acceso rápido al tratamiento salva vidas y mejora la recuperación.
Recuerde... RÁPIDO
Los principales síntomas del ictus pueden recordarse y comprobarse con la palabra RÁPIDO.
F = Cara ¿La cara está caída hacia un lado?
A = Brazos ¿Hay debilidad en un brazo?
S = Habla ¿Habla arrastrando las palabras o de forma confusa?
T = Tiempo Si se presentan estos síntomas es hora de llamar a los servicios de emergencia
Una atención adecuada marca la diferencia, pero muchas personas no reciben el tratamiento que necesitan. Vea a continuación cómo puede contribuir a que el mundo esté libre de ictus.
Para más información, visite la Organización Mundial del Ictus
Incluso con recursos limitados, se puede hacer algo.