La Hoja de ruta de la Federación Mundial del Corazón para reducir la mortalidad cardiovascular mediante el control del tabaco identifica los obstáculos y sugiere posibles soluciones para mejorar la salud cardiovascular y ayudar a alcanzar la meta establecida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible: lograr una reducción del 30% de las ENT, incluidas las ECV, para 2030.
Esta hoja de ruta del WHF ha sido redactada por ocho expertos de todo el mundo: Alice Grainger Gasser, Cassandra Welch, Monika Arora, Rohan Greenland, Lubna Bhatti, Luminita Sanda, Rob Moodie y Eduardo Bianco.
Una hoja de ruta es un marco para identificar los obstáculos y sugerir posibles soluciones en el camino hacia 2030. Las hojas de ruta mundiales han sido elaboradas por expertos de todo el mundo para detectar los problemas y ofrecer soluciones sobre temas específicos que inciden en la mortalidad cardiovascular.
Esta hoja de ruta se presentó el 19 de marzo de 2014 en la Conferencia Mundial sobre Tabaco o Salud (WCTOH), y se publicó en Global Heart.
La WHF ha elaborado esta hoja de ruta sobre la reducción de la mortalidad cardiovascular a través del control del tabaco con expertos y sus miembros para ayudar a identificar los obstáculos que impiden actualmente alcanzar los objetivos del 25by25.
El tabaco mata a casi seis millones de personas al año: cinco millones por tabaquismo y 600.000 por exposición al humo de tabaco ajeno. El humo del cigarrillo contiene cientos de toxinas. En todo el mundo, el consumo de tabaco es responsable de alrededor del 10% de todas las muertes por enfermedades cardiovasculares; en algunas regiones, la cifra alcanza el 25-30%. En Estados Unidos mueren más fumadores por enfermedades cardiovasculares que por cáncer de pulmón.
El Plan de Acción Mundial (PAM) de la OMS para la Prevención y el Control de las ENT 2013-2020 establece un objetivo de reducción relativa del 30% en la prevalencia del consumo actual de tabaco en personas de 15 años o más para 2025.
No existe un cigarrillo seguro, los cigarrillos con bajo contenido de alquitrán y los cigarrillos "light" no reducen el riesgo de muerte y enfermedad de los consumidores. El daño del tabaquismo es inmediato, y no existe un nivel seguro de exposición al humo del cigarrillo. En 2004, más del 87% de las 430.000 muertes estimadas de adultos en todo el mundo causadas por el humo ajeno se atribuyeron a cardiopatías isquémicas. Las personas que fuman presentan infarto de miocardio a una edad más temprana que los no fumadores o los que han dejado de fumar, lo que aumenta la importancia del abandono del tabaco para disminuir la mortalidad prematura por ECV. La reducción del consumo de tabaco y de la exposición al humo ajeno ha contribuido al descenso de las tasas de mortalidad por ECV en EE.UU. desde la década de 1960. Se ha afirmado que la adicción al tabaco es el factor de riesgo cardiovascular modificable más importante.